Características de los fertilizantes para aplicación de fondo
El abonado de fondo es una técnica que consiste en aplicar fertilizantes al suelo, justo antes o en el mismo momento de la siembra en cultivos anuales, o al inicio del ciclo de cultivo en cultivos permanentes.
Conocer las características de estos fertilizantes se hace imprescindible a la hora de elegir la mejor opción para nuestros cultivos. Los fertilizantes para aplicación de fondo se pueden clasificar según muchos criterios, uno de ellos es atendiendo a su estado físicoquímico, donde nos podemos encontrar fertilizantes en estado sólido, gaseoso y líquido. El estado gaseoso es un tipo de fertilizantes que está en desuso, por lo que en este escrito nos vamos a centrar en los estados líquidos y sólidos.
Fertilizante sólido: Este tipo de fertilizantes pueden presentarse en diferentes formatos, como puede ser en polvo, granulado, perlado, en pellet, etc. y se puede clasificar según su proceso de fabricación en los siguientes principales grupos:
- Fertilizantes complejos: Fertilizantes que tienen más de uno de los 3 macronutrientes para las plantas (Nitrógeno, fósforo y potasio), aunque también puede contener algún otro nutriente. El proceso de fabricación de abonos complejos consiste en hacer reaccionar químicamente las distintas materias primas que los componen y posteriormente, la papilla resultante se granula, seca, clasifica y acondiciona. Cada gránulo del fertilizante complejo tiene casi el mismo contenido de nutrientes para las plantas.
- Fertilizante compuesto, de mezcla o blending: Son mezclas físicas de distintas materias primas, sin reacción química, pero que contienen, al igual que los abonos complejos, dos o tres nutrientes principales en su composición. Además, se puede incorporar el resto de los nutrientes necesarios para las plantas.
La calidad de estos fertilizantes depende tanto de la calidad de las materias primas, como de la maquinaria utilizada en su fabricación. En Herogra utilizamos las instalaciones de fertilizantes más avanzadas del sur de Europa (Lysur) y las mejores materias primas, tanto en uniformidad (densidad, tamaño, etc.) como en composición, para la fabricación de nuestras gamas de fertilizantes de mezcla (Herosol, Novasol, etc.). A modo de ejemplo, La fuente de fósforo utilizada en todos nuestros fertilizantes es el fosfato diamónico (DAP), una de las fuentes de fósforo más solubles en agua del mercado. El fósforo soluble en agua es el único que está inmediatamente disponible para las plantas en el momento de la aplicación.
La principal ventaja del fertilizante compuesto frente al complejo es que se fabrican “a medida del agricultor”, para que el fertilizante se adapte adecuadamente a las necesidades específicas de cada cultivo, suelo, condiciones ambientales y sistema de aplicación.
Previo a la fertilización, debe existir un estudio de las necesidades reales del cultivo, realizando un balance entre las pérdidas de los nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización y precipitación de los nutrientes, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente); que determinen el equilibrio del fertilizante utilizado y la dosis de este. Normalmente se ofrecen pocas opciones de fertilizantes complejos, por lo que es muy difícil adaptarlos a las necesidades reales del cultivo, utilizando unidades fertilizantes en exceso o en defecto para ajustarnos a la oferta del mercado, con el sobrecoste económico que ello supone.
A modo de ejemplo, a continuación, se presenta un análisis económico del sobrecoste que tendría la aplicación de un fertilizante complejo, por su aportación de unidades fertilizantes extras que no son necesarias para el cultivo. Para ello se ha tenido en cuenta una finca de trigo, con una producción potencial de 4.000 kg/ha en un suelo de fertilidad media, donde las necesidades de fondo del cultivo son 38-48-56, N-P2O5-k2O respectivamente (Tabla 1).
Tabla 1: Necesidades del cultivo de trigo para una producción potencial de 4000 kg/ha, un suelo de fertilidad media con un contenido de materia orgánica del 1%.
Si para la fertilización de fondo se eligiera la aplicación del complejo 15-15-15, tendríamos que aplicar una dosis de 370 kg/ha para cubrir las necesidades de potasio y produciría una nutrición extra en unidades de nitrógeno y fósforo, concretamente 17 unidades de nitrógeno y 7.5 unidades de fósforo, con un valor actual de mercado de 52€/ha (Tabla 2). Por el contrario, si se eligiera un blending ajustado para la aplicación de fondo, en concreto el 12+15+18 a una dosis de 300 kg/ha, no produciríamos sobre fertilización alguna, ajustándonos exactamente a las necesidades calculadas del cultivo (tabla 2).
Tabla 2: Comparativa de coste de fertilización entre fertilizante complejo y fertilizante de mezcla. Precios de referencia: DAP a 1200 €/, kCl a 1050 €/t y urea a 950 €/t, resultando el precio de la unidad de nitrógeno a 2,07 €/kg, el fósforo a 2.53 €/kg y el potasio a 1.56 €/kg.
Fertilizante líquido: Una de las principales ventajas de los fertilizantes líquidos es la de garantizar la incorporación de los nutrientes esenciales, independientemente de la climatología. Además, aportan todos los nutrientes de forma totalmente disponibles para las plantas (solubles al agua) y normalmente son diseñados a medida para cada agricultor con el objetivo de adaptarlos al ambiente, al cultivo y a las características del suelo donde se encuentre este.
Bajo la clasificación de fertilizantes líquidos de aplicación al suelo nos podemos encontrar las siguientes categorías:
- Suspensiones: Son soluciones sobresaturadas de pH neutro en las que los elementos no disueltos se mantienen en suspensión mediante arcillas especiales. Estas forman un gel que evita la decantación de las partículas no disueltas. Su apariencia es la de un producto espeso pero fluido.
- Fertilizantes líquidos saturados: Soluciones líquidas claras de alta concentración y gran estabilidad con pH neutro.
