Salinidad en aguas de riego y suelos, hacia su prevención y control
En la actualidad, la acumulación de sales en los suelos y la salinización de las aguas es un problema al que se enfrenta cada vez con más frecuencia la agricultura española. A nivel agronómico, la salinización constituye un problema tanto para los cultivos como para el suelo donde se siembran:
- Sobre el cultivo, una alta salinidad en el suelo aumenta la presión osmótica de la rizosfera dificultando la absorción de agua y nutrientes por la raíz. Hecho al que se suma la fitotoxicidad producida por algunos elementos como el cloro o boro.
- A nivel de suelo, una alta concentración en sodio lleva a la sodificación o alcalinización de éste, lo cual causa una desestructuración de las arcillas las cuales tienden a colapsarse y producir la compactación y pérdida de la fertilidad del suelo.
Con el término salinidad se refiere de forma general a una acumulación de sales solubles tales como los aniones: cloruro, sulfato, bicarbonato, boro, y los cationes: calcio, magnesio, sodio. Para su determinación se utilizan parámetros sencillos como la Conductividad Eléctrica o, más complejos, como es el contenido en cada uno de los cationes y aniones indicados. Con estos datos se pueden calcular varios índices como:
Relación de Adsorción de Sodio (RAS), Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI),
Carbonato de Sodio Residual (CSR), Índice de Scott.
En el caso del sodio, a pesar de ejercer su efecto negativo principalmente sobre la estructura del suelo, éste es uno de los elementos que más afecta a la productividad de los cultivos pues impide un correcto desarrollo radicular y destruye la fertilidad del suelo.
Por esta razón, es muy importante prevenir y controlar la sodificación a través de la aplicación de productos especiales que reduzcan su contenido en las aguas para riego salinas y lixivien el sodio del suelo. Con este fin, en Herogra Especiales S.L. recomendamos nuestro producto HEROSAL.
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