Interpretación de análisis de suelo
La interpretación de análisis de suelo es una valiosa herramienta para el agricultor que nos permite conocer la disponibilidad de nutrientes del suelo, prediciendo la respuesta de los cultivos a la posible fertilización o enmienda que vayamos a realizar.
La eficacia de los análisis de suelos dependerá en gran medida de la toma de muestras. Para ello, debemos hacer unos hoyos cada 1000 m2 de una profundidad aproximada a la del sistema radicular del cultivo, repartidos por toda la parcela, que los utilizaremos para extraer unos 200 gramos de suelo de las paredes de cada hoyo. Por último, el suelo extraído de las paredes de todos los hoyos se debe mezclar y elegir una muestra representativa de aproximadamente 1kg de suelo para mandar a laboratorio. La toma de muestra se puede realizar en cualquier época del año, pero respetando un mínimo de 1 mes desde la realización del último abonado del cultivo.
Parámetros a determinar en un análisis de suelo:
1. Textura: Se refiere a la distribución de las partículas elementales que lo componen y es determinada mediante el análisis de las partículas de un tamaño inferior a 2 mm, las cuales son separadas en fracciones de diferentes tamaños (arena, limo y arcilla). Con los porcentajes de cada una de las fracciones utilizando el triángulo textural USDA, se obtiene la caracterización de la textura del suelo.
La textura influye de forma determinante en el comportamiento del suelo con respecto a diferentes parámetros con interés agrícola:
2. Relación Carbono/nitrógeno (C/N): La relación C/N puede considerarse como el índice que marca el estado de salud del suelo, ya que determina la actividad microbiana de este. Interpretación:
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- C/N < 8.5 => Debemos aportar materia orgánica debido a la existencia de una reducida flora microbiana
- C/N 8.5 – 11.5 => Relación óptima
- C/N > 11.5 => Posible bloqueo de nitrógeno en el suelo por la actividad de los microorganismos. Tenemos que realizar un aporte de nitrógeno extra con el objetivo de satisfacer las necesidades momentáneas de los microorganismos, que después será devuelta al suelo en forma de nitrógeno orgánico.
3. pH del suelo: El conocimiento del pH de la solución del suelo es un dato muy importante para llevar a cabo una nutrición adecuada de las plantas, debido a que determina la disponibilidad de los nutrientes que están presentes en el suelo y los que son aportados por los fertilizantes. Como regla general, se puede establecer un rango de pH de 6,5 a 7,5 como óptimo de disponibilidad de nutrientes para la planta, es decir, un pH alrededor de la neutralidad. Por ejemplo, cuando nuestros suelos tienen un pH por encima de este rango, la disponibilidad de micronutrientes (hierro, manganeso, cobre o zinc) se ve reducida y se puede producir en nuestros cultivos deficiencias que afectan a la producción.
Disponibilidad de los nutrientes para las plantas dependiendo del pH en Suelo
4. Conductividad eléctrica: La salinidad que afecta a los cultivos es la cantidad proporcional de sales que contiene la solución del suelo que está en contacto con su sistema radicular. Ésta se encuentra influenciada por la salinidad del agua de riego y el suelo, por el régimen y sistema de riego utilizado, por la fertilización y por la evapotranspiración a la que está sometida el cultivo. A medida que aumenta la salinidad, se produce un aumento de la presión osmótica alrededor del sistema radicular, dificultando la absorción del agua, llegando hasta unos niveles donde la concentración de sales en el exterior de las células es mayor que la que existe en el interior, lo cual provoca una plasmólisis parcial de las células y consecuentemente la deshidratación de la planta.
En este sentido, podemos hacer una clasificación del suelo según sus valores de conductividad eléctrica del suelo, expresado en deciSiemens por metro o miliSiemens por centímetro (dS/m o mS/cm) del extracto de pasta saturada del suelo a 25ºC:
5. Carbonatos totales: Cuando un suelo tiene una alta concentración de carbonatos totales favorece la rápida destrucción de la materia orgánica en el suelo contribuyendo a su empobrecimiento en humus. Además, la caliza retrograda el fósforo a formas insolubles, al igual que otros macronutrientes como el potasio y el magnesio, pero con menor intensidad y ciertos micronutrientes indispensables para las plantas como el hierro, manganeso, zinc y cobre; produciendo la carencia de estos nutrientes en el cultivo y afectado de forma negativa a la producción. Interpretación de los resultados:
6. Caliza activa: Cuando se determina la caliza activa se trata de conocer la cantidad de calcio más fácilmente reactivo en un suelo; se determina cuando la cantidad de carbonatos totales es superior al 10%.
Al igual que la concentración de carbonatos totales, bloquea en formas insolubles ciertos nutrientes indispensables para las plantas como fósforo, hierro, manganeso, zinc y cobre, produciendo la carencia de estos nutrientes en el cultivo y afectado de forma negativa a la producción.
7. Materia orgánica: Es muy importante, pues mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos. Es un gran mejorante de la textura y permeabilidad del suelo, aumentando la capacidad de intercambio catiónico, la facilidad de asimilación del fósforo por parte de la planta, la disponibilidad de nutrientes y la actividad biológica del suelo. Interpretación de los resultados:
8. Porcentaje de saturación de bases: La saturación de bases representa el porcentaje de los sitios de intercambio en el suelo ocupados por los iones básicos Ca+2, Mg+2, Na+ y K+. La diferencia entre ese número y 100 es el porcentaje de los sitios de intercambio ocupados por cationes ácidos: Al+3 y H+. En la mayoría de las situaciones, una saturación con bases relativamente alta (>60%) es deseable.
9. Sodicidad (Relación de Adsorción de Sodio (RAS) o Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI): Comparan la relación de sodio con respecto a otros cationes (Ca+2 y Mg+2). La importancia de determinar el RAS/PSI radica en que alta concentración de sodio afecta negativamente a la estructura del suelo y además es un inhibidor del crecimiento de las plantas (compite con la absorción de cationes, produciendo deficiencias).
La concentración de sodio en un suelo se puede medir de dos maneras, bien en la solución del suelo o bien en el complejo de cambio. Cuando se determina en la solución del suelo adquiere el nombre de RAS o “Relación Absorción de sodio” y cuando se hace en el complejo de cambio se habla de PSI o “Porcentaje de Sodio Intercambiable”.
1. RAS (relación de adsorción de Sodio). Proporción relativa en que se encuentra el sodio respecto al calcio y magnesio, cationes divalentes que compiten con el sodio por los lugares de intercambio del suelo. Según Richards et al., (1954) viene determinado por la siguiente fórmula:
2. PSI (porcentaje de sodio intercambiable). Representa el porcentaje de sodio respecto a los demás cationes adsorbidos y se expresa en forma de porcentaje:
PSI = 100 x Na / CIC (cmol/kg o meq/100gr)
Ambos parámetros pueden relacionarse de la siguiente manera. (USSL,1954; Naidu et al.,1995):
PSI= 1,475 (SAR) / 1+ 0,0127 (SAR)
Interpretación de los resultados:
Fuente. Massoud (1971)
10. Capacidad de intercambio catiónico (CIC): La capacidad de intercambio catiónico se refiere a la habilidad de las partículas de suelo que tienen carga negativa para atraer y retener cargas positivas de iones [calcio (Ca+2), magnesio (Mg+2), potasio (K+), sodio (Na+), amonio (NH4+), aluminio (Al+3) e hidrogeno (H+)]. Una CIC por encima de 20 miliequivalentes por 100 gramos de suelo (20 meq/100g) es considerada adecuada. Cuando estamos en suelos con baja capacidad de intercambio catiónico, se recomienda realizar un aporte de materia orgánica.
11. Relaciones catiónicas
El complejo arcillo-húmico tiene carga negativa y es donde serán retenidos los cationes de calcio, magnesio, sodio y potasio principalmente. El equilibrio de estos cationes en el suelo influye en la absorción que realizan las plantas de cada uno de ellos, ya que se establecen relaciones de sinergias y antagonismos. Interpretación de los resultados (meq del catión/100 gramos):
12. Nivel de nutrientes en el suelo: El diagnóstico de la disponibilidad de nutrientes es clave para elaborar los programas de nutrición de los cultivos, ya que nos proporciona el potencial de los nutrientes del suelo que pueden ser absorbido por las plantas.
1. Nitrógeno: El método más utilizado para la determinación de nitrógeno total (nitrógeno orgánico y amoniacal) es el llamado método Kjeldahl. El 90-95% del nitrógeno total del suelo se encuentra en forma orgánica, de modo que no es directamente asimilable por las plantas, sino que debe sufrir un proceso de transformación denominado mineralización. Otro método de determinación es el método denominado Dumas, que tiene en cuenta además la fracción de nitrógeno nítrica. La fracción nítrica es muy baja en los suelos por lo que para interpretar los resultados se tienen en cuenta los mismos niveles que Kjeldahl. Interpretación de los resultados:
2. Fósforo: El método de extracción del fósforo asimilable, fracción extraíble con ácidos débiles a una concentración definida, usado oficialmente en España es el denominado Olsen. Este método es seguido comúnmente por la mayoría de los laboratorios tanto oficiales como privados, utilizándose fundamentalmente en tierras calizas o básicas, aunque también da muy buenos resultados entierras ácidas. Interpretación de los resultados:
Clasificación de los suelos teniendo en cuenta la textura y el nivel de fósforo. Guía práctica de la fertilización racional de las plantas. MARM (2011)
En suelos ácidos (pH menor a 7) es corrientemente utilizar el método Bray-Kurtz, con una interpretación sencilla, pues al no existir carbonato de cal en los suelos ácidos no influyen en la retrogradación del fósforo en la medida que los hace en los suelos básicos. Interpretación de los resultados (método Bray-Kurtz – suelos ácidos):
3. Potasio: La determinación del potasio asimilable se realiza normalmente por la extracción de este con acetato amónico. Interpretación de los resultados:
Clasificación de los suelos teniendo en cuenta la textura y el nivel de potasio usando el método acetato amónico (ppm). Guía práctica de la fertilización racional de las plantas. MARM (2011)
4. Macronutrientes secundarios. A continuación, se detallan los niveles adecuados de estos elementos en el suelo:
5. Micronutrientes: A continuación, se detallan los niveles adecuados de estos elementos en el suelo: