La rentabilidad del cereal, en entredicho: retos y soluciones para el agricultor
En los últimos meses, los precios del trigo y el maíz han caído con fuerza, alcanzando niveles no vistos desde finales de 2020. Esta situación, unida al encarecimiento de los costes de producción, especialmente de los fertilizantes, ha tensionado aún más la economía del agricultor cerealista. A ello se suma la previsión de una reducción del 20 % en el presupuesto de la PAC, lo que implicará un menor respaldo económico para hacer frente a crecientes exigencias productivas y medioambientales.
En este escenario, la viabilidad de muchas explotaciones se ve comprometida. Por eso, ahora más que nunca, es imprescindible aplicar estrategias que permitan producir de forma más eficiente, sostenible y rentable.
Claves para mejorar la rentabilidad en el cultivo de cereal
- Agricultura de precisión
El uso de sensores, imágenes satelitales y mapas de rendimiento permite ajustar dosis y tratamientos a las necesidades reales del cultivo.
Este enfoque puede:
- Aumentar el rendimiento entre un 10 % y un 20 %.
- Reducir el uso de fertilizantes y fitosanitarios hasta un 25 %.
- Disminuir el consumo de combustible y el impacto ambiental.
- Estrategias de fertilización más eficientes
La fertilización representa entre el 24 % y el 30 % del coste total de producción en cereal de secano, llegando a superar el 30 % en zonas de baja fertilidad. Mejorar su eficiencia es clave y para ello tenemos que seguir las siguientes estrategias:
- Planificación nutricional y análisis de suelo
Diseñar un plan de abonado a medida, basado en análisis de suelo y conocimiento del cultivo, permite aplicar solo lo necesario. En Herogra ponemos a disposición del agricultor herramientas técnicas, asesoramiento y productos adaptados a cada situación.
- Fertilización localizada
Aplicar el fertilizante cerca de la semilla o raíz mejora la absorción y permite reducir dosis hasta un 20 %, con igual o mayor rendimiento. - Inhibidores de la nitrificación y ureasa
Productos como NEO o Herosol Oro prolongan la disponibilidad del nitrógeno y reducen pérdidas por lixiviación y volatilización, mejorando su aprovechamiento. - Aplicaciones fraccionadas según el cultivo y el clima
Dividir la fertilización en momentos clave (nacimiento, ahijado, encañado…) mejora la eficiencia. Adaptarse a las condiciones climáticas (humedad, lluvias, heladas) permite maximizar la absorción y reducir pérdidas. - Uso de bioestimulantes y fertilización foliar
Aplicados en momentos estratégicos, los bioestimulantes y micronutrientes ayudan a mejorar la tolerancia al estrés y aumentar la producción final.
- Técnicas de conservación del suelo y rotaciones
El mínimo laboreo, la siembra directa y la rotación con leguminosas contribuyen a mejorar la estructura del suelo, aumentar la fertilidad natural y reducir el uso de insumos externos, haciendo el cultivo más rentable y sostenible.
- Seguimiento técnico y decisiones basadas en datos
Tomar decisiones basadas en datos, y no en rutinas heredadas, marca la diferencia.
El uso de análisis de suelo, diagnóstico foliar, imágenes satelitales o mapas de NDVI permite ajustar las intervenciones, reducir costes innecesarios y anticiparse a riesgos agronómicos. El asesoramiento técnico profesional es una inversión rentable. En Herogra lo sabemos bien, y por eso ofrecemos este servicio a nuestros clientes.
- Optimización de la densidad de siembra
Sembrar más no siempre significa producir más. Ajustar la dosis de semilla según variedad, fecha y tipo de suelo permite reducir costes y evitar problemas como el encamado o enfermedades. En siembras tempranas se recomienda bajar densidad; en siembras tardías, aumentarla ligeramente.
- Control integrado de malas hierbas
Un buen control temprano y combinado (cultural, químico y preventivo) puede evitar pérdidas de hasta un 40 % del rendimiento. Aplicar en el momento adecuado, usar materias activas eficaces y evitar sobredosificación mejora la eficacia y reduce costes.
En resumen, la sostenibilidad económica del cereal en España exige sacar el máximo partido de cada euro invertido. En un contexto de precios volátiles y costes al alza, solo quienes apuesten por la planificación, la tecnología y el manejo eficiente podrán seguir siendo competitivos.