Instalaciones de fertirrigación en Agricultura Ecológica, manual de mantenimiento
Las instalaciones de fertirrigación necesitan de un manual de mantenimiento para que funcionen correctamente a lo largo del tiempo. El mantenimiento de una instalación se hace necesario para que la uniformidad y la eficiencia de la solución nutritiva aplicada no disminuya con el paso del tiempo.
Uno de los principales problemas del riego localizado es la obturación de los emisores, lo que ocasiona una pérdida de uniformidad y, en consecuencia, un desarrollo poco homogéneo del cultivo, que se traduce finalmente en una disminución de la producción.
Las obstrucciones de los emisores y la red de riego pueden deberse a diversos motivos:
- Físicos: el agua de riesgo arrastra partículas de arena e incluso agregados de limo que, por su tamaño, no pasan por los emisores y los atascan.
- Químicos: en las gomas y goteros se pueden producir precipitados minerales, sobre todo de calcio, manganeso y hierro que suelen ser poco solubles a pH altos.
- Biológicos: producidos por organismos como algas, bacterias y hongos. Los microorganismos se reproducen en el interior de las instalaciones de riego provocando la proliferación de depósitos gelatinosos, que se adhieren a las conducciones y, con frecuencia, provocan la formación de obstrucciones, sobre todo en los emisores. Esta proliferación de microorganismos se ve favorecida cuando el agua de riego es rica en materia orgánica, lo cual ocurre cuando utilizamos fertilizantes autorizados para agricultura ecológica.
La mejor lucha contra la obturación de los componentes de una instalación es la prevención, ya que normalmente se detecta cuando el grado de obturación es bastante avanzado y el daño en el cultivo puede ser irreversible. La limpieza a presión de los finales de las líneas de portagoteros debe ser una práctica habitual y repetitiva en la estrategia de producción.
Las obturaciones físicas se pueden evitar con la instalación en el cabezal de riego localizado de un equipo de filtrado, adecuado al tipo de agua y a la cantidad de sustancias en suspensión que tenga.
Los tratamientos preventivos que se suelen hacer para evitar la aparición de obturaciones de origen químico en los sistemas de fertirrigación son:
- Manejo apropiado de la fertirrigación. Iniciar y finalizar el riego solo con agua.
- Adición de ácido al agua de riego. El ácido se suele incorporar en la última parte del riego, utilizando un volumen igual al volumen de descarga de la instalación (si no se conoce el volumen de descarga de nuestra instalación, se puede calcular midiendo el tiempo que transcurre desde el inicio de la inyección del ácido hasta que aparece la solución de agua y ácido al final de la instalación, usando colorantes o medidor de pH). En agricultura ecológica se suele emplear tanto el ácido acético (vinagre), como el ácido cítrico, ambos autorizados, a una concentración que dependerá de las características del agua.
- Utilización de fertilizantes adecuados para evitar la precipitación de las sales. Herogra Fertilizantes, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas, pone a disposición de los agricultores Heronatur. Gama de fertilizantes líquidos para agricultura ecológica libres de cloruros y fabricados con materias primas de la máxima calidad, compatibles entre sí, para evitar las posibles obturaciones químicas.
Los tratamientos preventivos que se suelen realizar para evitar la aparición de obturaciones de origen biológico, en los sistemas de fertirrigación, son la inyección de los siguientes productos autorizados en agricultura ecológica, utilizando un volumen de agua igual al volumen de descarga de la instalación:
- Peróxido de hidrógeno o agua oxigenada
Gran capacidad oxidante que ataca a una amplia variedad de compuestos orgánicos, entre ellos lípidos y proteínas que componen las membranas celulares de los microorganismos. Inyección de peróxido de hidrógeno cada 7 – 10 días, con el objetivo de mantener las líneas de goteros completamente limpias.
- Hipoclorito de sódico
El cloro es un elemento que elimina bacterias y microorganismos de manera muy eficaz. El problema es que las plantas son sensibles a elevados niveles de este elemento, no siendo conveniente sobrepasar concentraciones mayores a 50 ppm de cloro activo en los goteros; por este motivo, los tratamientos se deben realizar cuando no hay cultivos; en caso de que esto no sea posible, será imprescindible llevar a cabo, tras el tratamiento, un abundante lavado a fin de diluir la concentración de cloro residual formado.